Habitación de Hyde

Había tenido un día un tanto pesado, eran apenas las seis de la tarde y bien pudo haber ido a pasear por la ciudad a ver si encontraba un bar por ahí... aunque en realidad no le hacía falta, tenía con él lo necesario. Además no le gustaba salir solo.

Cerró la puerta de su habitación detrás de él y fue directo hasta la cama. Se echó boca abajo sobre esta, gran error, al momento que su cara tocó la almohada sintió otra vez ese punzante dolor en la nariz, menos mal que no la tenía rota.. Se dió la vuelta mirando hacia el techo, se tomó la nariz con los dedos y mantuvo los ojos cerrados un momento, sobrellevando el dolor. Se quejó un poco.

-Eso me gano por meterme en donde no me llaman...

Pensó para sí mientras estiraba la mano libre y corría la cortina para que no entrara la luz del atardecer. Se quító la mano de la cara y se acomodó mirando ahora hacia la pared, en posición fetal. Su mirada y su mente se perdieron en esa pared, permaneció así durante más o menos diez minutos y volvió a girarse en la cama. Se sentó en la misma y suspiró.

-Espero que no sea así todos los días

Lentamente se puso de pie y fue hasta su maleta, que estaba sobre una silla, aún sin desempacar. No se molestó en encender la luz, abrió la maleta y a tientas buscó en ella. Pronto sacó una botella alargada que contenía un líquido transparente, así mismo una cajetilla de cigarros casi por terminarse. Se sonrió para sí y volvió a la cama.

Sin darse cuenta se había quedado dormido. La botella vacía estaba en el piso y el cenicero estaba lleno, le dolía la cabeza. Abrió los ojos tranquilamente pero ahí estaba de nuevo el dolor, ya no tan punzante como antes. Suspiró y continuó recostado en la cama. Estaba oscuro, se le ocurría que sería cualquier hora de la madrugada. Miró su reloj, error, eran apenas las 10 de la noche. No se iba a quedar ahí siendo tan temprano. Con cuidado se puso de pie, por miedo a un mareo. Cogió su chaqueta de cuero y un par de cosas más y salió de la habitación.