Habitación de Kamijo Versailles

Notó que su compañero estaba casi encima de él, "¿Qué hago?" se decía repetidamente.
Estaba muy acomodado en la situación que ignoró por completo la pregunta de Hyde. Y esa sonrisa de medio lado hizo que acalorara el ambiente dentro de los ropajes de Kamijo.
Antes de terminar la segunda pregunta de su compañero, los labios de este estaban pegados a los suyos. No hubo tiempo de reaccionar a penas. Sintió como si hubiera vuelto a nacer. Ya no pudo contenerse más e ignoró de nuevo las palabras de su compañero.
Se sentó encima de las rodillas de su compañero mirandolo...Se veía hermoso de tan cerca...

-¿Y si... estuvieran...qué?

Agarró fuertemente los hombros de Hyde, mientras lo besaba intensamente.

Apenas se había percatado de lo que acababa de suceder, tan poco tiempo y ya lo había arruinado, pensó para si mismo. Levantó la mirada cuando Kamijo repitió su pregunta, con ese aditamento que apuntaba a que exigía ser terminada.

Cuando cayó en cuenta, el cuerpo de su compañero estaba sobre el propio y sus manos le tomaban los hombros de una manera que le hizo sentir el calor que ahora sentía el otro. Los labios de Kamijo abrasaron los de él en un beso profundo e intenso, para el cual estaba listo a responder. Cerró los ojos y sus brazos se asieron de las caderas de su compañero, lo besó con la misma intensidad. Sintiendo como si en aquel beso se le fuera algo...

Un momento más tarde, necesitaba recuperar un poco de aire, sin desearlo se apartó sin soltarle.

-Besándose... -susurró.

Percibió que su amigo respondió al beso que él había comenzado y notó sus manos postrandose en sus caderas. Se sintió como si aquello solo hubiese comenzado.

-Pensaría... pensaría que uno de ellos soy yo -le susurró al oído.

Cogió el rostro de Hyde con ambas manos mientras lo contemplaba, sin perder un detalle.
Acababa de encontrar algo muy preciado para él. ¿Sería la noche y las hormonas? No podía pensar en ese momento

Sonrió cuando escuchó lo que Kamijo susurraba en su oído. En ese justo momento lo único que podía pensar era en que no quería volver a su habitación por un buen rato, ni tener una noche normal, ansiaba quedarse ahí. Su rostro se halló entre las manos de su compañero, le observaba al mismo tiempo que lo hacía el otro. Se sonrojó. Subió las manos a su nuca y lo atrajo hasta llegar a su oído y susurrar también.

-Nadie se va a dar cuenta.

Su lengua se aventuró a apenas tocar el lóbulo de la oreja de Kamijo, levemente y se alejó para mirarle el rostro.

Al escuchar las palabras susurrantes en su oído, no pudo evitar cerrar los ojos hasta que algo húmedo rozó su oreja. Esto le hizo abrir de nuevo los ojos mientras Hyde se alejaba de su rostroio.
Comenzó a mirar de nuevo el rostro de su compañero parando sus dedos, suavemente por él. Pasando por los ojos...la nariz...los labios...hasta llegar a su cuello... por el que siguió...hasta su pecho... Sin dejar de mirarle un segundo a sus hermosos ojos.

-Todavía no sabes que pasará...

El recorrido que dibujaba la mano de Kamijo por su rostro y luego por su cuerpo terminó de ponerlo nervioso. El ritmo de su corazón se desbocó abruptamente. Su mirada... con la simple mirada, le ponía nervioso.

-Quisiera averiguarlo

Lentamente bajó las manos de su nuca nuevamente a su cadera. Se aferró suavemente a esta. Se mordió los labios mientras lo miraba, le deseaba y no sabía porque.

-¿Tu no?

"Quisiera averiguarlo" Esa frase le puso muy nervioso, tenía calor... no podía pensar... solo le miraba a él...
Notó las manos de Hyde de nuevo en su cadera y puso las suyas encima de estas.

-Claro que yo también.-dijo totalmente pegado a sus labios.

Al tener los labios de Kamijo sobre los propios, comenzó a jugar con estos, los besó lentamente. Las manos en su cadera pronto fueron a parar a la espalda de su compañero, las deslizó hacia arriba por debajo de su larga cabellera, entrelazaba los dedos entre los mechones de su cabello mientras le besaba cada vez con más pasión. Se apartó apenas unos milímetros.

-Vamos a averiguarlo, entonces...

Sonrió con malicia al tiempo que sus manos iban delante y las colaba por debajo de sus ropas.

Notaba las manos de Hyde, recorriendo su cuerpo, lentamente. Jugando con su pelo... esto comenzaba excitarle sin quererlo. Y el beso... los besos de Hyde no eran besos cualquiera eran BESOS, le llenaban de sentimiento y pasión, nunca pudo imaginarse algo así.

-Hago todo lo que me pidas - dijo en tono divertido mientras le guiñaba un ojo

Rió con coquetería mientras lo empujaba lentamente hacia atrás apoyandolo contra el costado de la cama que tenía detrás, había dejado de besar sus labios y se abría paso en su cuello. Apartó su cabello con las manos y con cautela besó su cuello.

-Eso es un ofrecimiento muy tentador...

Susurró sin apartarse de su cuello, inhalando el aroma de este. Una de sus manos continuaba debajo de sus ropas, pronto se ayudó de la otra y le despojó del abrigo largo que tenía encima muy lentamente.

Ayudó a deshacerse de su abrigo, pasando las manos por el cuerpo de su compañero nuevamente.
Respondió a las palabras de su acompañante con una linda sonrisa.

-¿Estás seguro de lo que haces?-Dijo mientras posaba las manos detrás de la nuca de Hyde.

La posición en la que estaban solo hacía pasar una tenue luz de la luna que alumbraba el rostro de ambos.
No era su imaginación, ni ningún sueño, aquella situación era real.
Ya no estaba nervioso ni agitado, simplemente se dejaba llevar por las acciones de su compañero.

Se incorporó para mirarlo a los ojos después de escuchar su pregunta. Si le había pasado por la cabeza esa cuestión, seguro que si. Pero no tenía dudas, ya estaba ahí y notaba que el deseo era mutuo, así que, ¿por qué no aprovecharlo? La luz de la luna los iluminaba a ambos y el rostro de Kamijo se veía maravilloso en aquel ángulo.

-Muy seguro

Sonrió nuevamente volviendo a devorarle los labios al tiempo que comenzaba a desabotonar su camisa. Tenía las piernas a los costados de las de él sentado parcialmente sobre sus piernas. Sus manos se movían lentamente al quitarle la camisa cuidando de rozar su piel. Podía sentir cada vez un poco más conforme deslizaba la camisa por su cuerpo.

Kamijo también estaba muy seguro de lo que hacía.
La verdad es que pocas veces se había sentido así...¿Pocas? Nunca había sentido tal deseo por alguien.
Ayudaba a Hyde a deshacerse de la ropa mientras le acompañaba con los besos y las caricias por todo el cuerpo.

-Hyde...

Pronunció el nombre de su compañero, con dificultad, con la respiración agitada por el ambiente.
No esperaba decirle nada más, simplemente quería pronunciar su nombre, simplemente eso.

El escucharle susurrar su nombre no hizo más que aumentar su seguridad y el deseo que sentía por el cuerpo que tenía entre sus manos. Entre caricias y besos terminó por dejar a Kamijo con el torso desnudo, era delicado y muy bien formado. Paseaba sus manos por sobre este mentalizandose en memorizar su textura y no perder ningún detalle. Tampoco creyó necesario mencionar palabra, sus cuerpos hablarían.

Sus labios se movían habilmente sobre los de su compañero jugando con estos, dando leves mordiscos a la par que sus manos se enredaban en su cintura y se aferraban a él. Con extrema precaución le recostó sobre la alfombra. Su cuerpo al moverse, quedó estratégicamente colocado sobre la cintura de Kamijo, podía sentirlo y le gustaba. Se recostó contra su pecho para comenzar a bajar sus besos por el cuello y el pecho mientras su lengua jugueteaba con su piel y aumentaba el calor en la habitación.

Temía que su cuerpo pálido y frágil no fuera del agrado de su compañero, pero el temor desapareció cuando este lo posicionó sobre la alfombra y comenzaba a jugar con su lengua en su piel.
Kamijo apoyó sus manos en la cabeza de Hyde, alborotando su pelo. Las manos fueron bajando por su cuello y espalda, la cual comenzó a arañar levemente, con sus largas uñas.

Sentía como el ambiente aumentaba de temperatura a medida que progresaban los movimientos de ambos.

Al sentir las manos de Kamijo en su cabello sintió un escalofrío que únicamente aumentó al momento de sentirlo en su cuello y al llegar a su espalda, el delicioso ardor de sus rasguños lo dejaron casi helado, el placer se acumulaba en su cuerpo. La piel de Kamijo era exquisita, continuó alternando besos y caricias en su torso delgado.

Cuando llegó a su ombligo se desvió al hueso de su pelvis y depositó suaves besos en este mientras con los dedos desabrochaba el pantalón y lo dejaba de esa manera. Hizo una pausa apartandose de aquella zona y volvió a subir a sus labios, los cuales besó brevemente y le miró a los ojos. Se mordía los labios.

-Es usted una delicia, Kamijo-san

Susurró con coquetería sonriendo de lado. Apoyó su mano izquierda en la alfombra a la altura de la cabeza de su acompañante y su derecha se coló suavemente entre los pantalones de Kamijo, comenzó a acariciarlo con delicadeza.

El rostro de Hyde bajaba cada vez más por el frágil cuerpo de Kamijo, esto hacia que se estremeciera.
Su compañero comenzó a desabrocharle el pantalón, y él tuvo que hacer su cabeza hacia atrás para respirar profundamente.

El sonido de las palabras de su acompañarse hicieron a este ruborizarse hasta quedar completamente rojo su rostro. Y cerró los ojos para intentar que el colorado de su cara desapareciera, pero el tacto de una mano entre sus pantalones le hizo abrirlos de nuevo.

Agarró el rostro de Hyde con ambas manos y le apretó fuertemente contra él mientras lo besaba apasionadamente.

Vio con agrado el rojo en sus mejillas y en sí, en todo su rostro, se miraba adorable. Sonrió nuevamente, complacido, antes de que Kamijo tomara entre sus manos su rostro y lo besara de tal manera, casi robandole el aliento. Disfrutó del beso, así como de los movimientos suaves del cuerpo del otro.

Después de un largo y apasionado momento se apartó de sus labios con tranquilidad y procedió a quitarle el pantalón. Arrodillado frente a sus piernas, primero le quitó las botas y poco a poco deslizó el pantalón al tiempo que besaba sus muslos interna y externamente.

Comenzó a quitarle las botas y seguidamente el pantalón mientras Kamijo ayudaba con suaves movimientos.
Cuando besaba sus muslos, se sentía cada vez más acalorado.
Respiraba, agitadamente e incluso suspiraba de vez en cuando.

Cerró los ojos plácidamente y decidió dejarse llevar completamete por la situación. Ya no le importaba si lo pillaran o alguien se enterase de lo que estaba sucediendo.

Repartió besos por toda la extensión de sus piernas, mientras con las manos le recorría el torso y lo asías firmemente por las caderas. Le gustaba la manera en que se movía. Le excitaba. Se detuvo un momento y al tiempo que lo miraba comenzó a sacarse la ropa también. Primero se quitó la camiseta y volvió a recostarse suavemente sobre el cuerpo del otro. Ahora podía sentir el rozar de sus cuerpos sin barreras. Se movía lentamente sobre él sin parar de besarle los labios y el cuello. Ese mínimo contacto estaba volviendole loco.

Estaba colocado entre sus piernas, pero aún llevaba el pantalón, quería sentirlo por completo. Volvó a incorporarse y terminó por quitarse el pantalón y el resto de la ropa. Nuevamente se acopló al cuerpo de Kamijo. Pero esta vez no había más barreras, podía sentirlo, era maravilloso.

Observó como su compañero se deshacía de su ropa rápidamente, su cuerpo era demasiado tentador como para resistirse a no querer tocarlo, besarlo, saborearlo...
Algo tan fascinante estaba ahí, ante sus ojos, y no simplemente para mirarlo.
Esto lo hacía excitarse cada vez más. Ya no podía retener las ganas de desearle con todo su cuerpo.

Hyde estaba colocado entre sus piernas, sin ropa, era algo completamente increible, quería sentirlo TODO, todo lo que esa noche pudiera pasar.

Pronto estaba besándolo con más necesidad de sentirlo cerca, como si con aquellos simples besos no pudiesen saciarlo del sabor y la sensación de su piel. Sus cuerpos se rozaban con tal suavidad pero a la vez ardían al estar juntos. Durante un rato no hizo más que repartir besos y caricias por todas las partes de su cuerpo que tenía al alcance.

Jugueteaba con la lengua en su ombligo y sus manos le acarciaban las piernas. Trataba en el límite de sus posibilidades ignorar por un momento las necesidades de su compañero, a pesar de que estas pedían ser atendidas. Quería que ese calor llenara a ambos antes de hacer cualquier cosa. A la vez iba moviendose lentamente por la longitud de su anatomía. Volvió a sus labios, tenía su cuerpo aprisionado contra la superficie de la alfombra y le miraba a los ojos.

-Kamijo...

Susurró suavemente mientras le sonreía con malicia.

(OutRol: Siento haber estado ausente todo este tiempo)

Notaba suavemente los labios de su compañero por todo su cuerpo. Nunca había sentido nada inigualable al grado de placer que en ese momento estaba advirtiendo de sí mismo.

Su cuerpo se encontraba contra la alfombra que yacía en el suelo de su habitación de estudiante, y el cuerpo de Hyde, encima del suyo.
Este último miraba a Kamijo fijamente a los ojos mientras susurraba gentilmente su nombre y sonreía.

Esa sonrisa no hacía nada más que aumentar el sentimiento de Kamijo hacia él, de devorarlo con la mirada, desearlo con todo su ser.

-Hyde...

Susurró levemente acercando su cabeza a la de él para darle un corto pero apasionado beso en sus suaves labios.